En Linares los días pasan y nada cambia, no se encuentra la solución. Los días pasan y cambian las luces y las horas, la fuerza de la luz de media tarda se torna en calma cuando avanza el atardecer. Del azul intenso se pasa al azul que se mezcla con morados y naranjas. Finalmente todo se torna negro. Quizás una alegoría de lo que ha ocurrido en esta ciudad, queda la esperanza de la llegada de la luz del nuevo día, una oportunidad que no se puede dejar pasar.
Muestro unas imágenes de parte del patrimonio de Linares. En la actualidad nos agarramos a este patrimonio que estaba olvidado cuando eran otras las fuentes de riqueza para la ciudad, una lástima que hayamos tenido que llegar a la actual situación para que recuperemos lo que siempre ha estado ahí y, quizás por costumbre, no mirábamos ni de reojo.
Esfuerzo y trabajo
Magestuosidad del fructifero pasado
En el suelo, levantarse o ser pisoteado
Cambio de luces, cambio de pensamientos
Libres de elegir
El tiempo pasa
Sin miedo
Con potencia
Y firmeza
Aquí estamos
0 comentarios :
Publicar un comentario